Hoy en día la maternidad tardía es algo cada vez más común, ya no es extraño Ser madre después de los 40.
Esto es debido a diversos factores como el desarrollo profesional de la mujer, la necesidad de una seguridad económica en la familia, el deseo de disfrutar de la vida antes de las ataduras de tener un hijo.
También los actuales y novedosos tratamientos de fertilidad hacen que sea posible engendrar hijos a unas edades que antes se consideraban prácticamente fuera del alcance para la maternidad.
Hasta hace relativamente poco, se creía que ser madre después de los 40 suponía un problema insalvable para la seguridad de la madre y del hijo a lo largo del embarazo y del parto.
Es cierto que la edad de la madre supone un factor de riesgo para casos como abortos, partos prematuros, malformaciones y anomalías cromosómicas en el feto (por ejemplo el Síndrome de Down). También aumenta el riesgo de padecer diabetes gestacional e hipertensión.
Sin embargo, gracias a los avances médicos para detectar de forma temprana cualquier tipo de problema y el exhaustivo control en el seguimiento del embarazo, cada vez es más posible poder paliar las posibles complicaciones.
Algunas mujeres consiguen ser madres después de los 40 apoyándose en métodos de fertilidad y otras no. Esto depende de las circunstancias médicas de cada uno. Y no sólo la mujer es la única implicada en la dificultad a la hora de buscar tener un bebé.
La tendencia actual es a tener pocos hijos y a una edad cada vez más avanzada.
Antes de ser madre las mujeres queremos finalizar nuestros estudios y encontrar trabajo fijo, pareja estable y un piso asequible. Conseguir esto no es fácil y cuando por fin se da esta situación se valoran los desequilibrios que un bebé puede provocar en todo lo anterior. Me refiero a compatibilizar el horario de los padres con el horario laboral, los riesgos de perder proyección en el trabajo, quedarse sin tiempo libre, etc.
¿Una mujer escoge ser madre a partir de una edad determinada? Muchas son las situaciones que nos pueden llevar a ello. Es posible que hayas intentado quedarte embarazada antes, pero no lo hayas conseguido. También puede darse el caso de que no encontraras a la persona adecuada para compartir tu vida. Incluso la situación económica ha podido retrasar el momento en el que decidieras tener un hijo.
Ser madre no es una cuestión que tomarse a la ligera. ¿Acaso no queremos los padres lo mejor para nuestros hijos? Muchas mujeres acaban dejando a un lado la maternidad porque no ven el momento en el que realmente se sientan preparadas.
Hace años supongo que no se le daba tantas vueltas al tema. Fuera cual fuera la situación, lo más común era ser una familia numerosa. Algo, que si te paras a pensar fríamente, ahora apenas se puede comprender.
No se tenían más medios que ahora, más bien al contrario. No se tenía más preparación ni más capacidad de educar. ¿Entonces cómo podían tener la valentía y empuje de hacerse cargo de todos esos hijos?
La respuesta posiblemente tenga que ver con la mentalidad de ese momento, de esa época determinada. Quizá no se pensaba tan egoístamente en uno mismo, tal vez se tenía mayor capacidad de sacrificio.
Ahora queremos aprovechar la vida sin limitaciones, sin ataduras, tener tiempo para nuestras cosas. En este planteamiento de la vida, tardamos en vernos suficientemente maduros para lanzarnos a la maternidad.
Aplazar el momento de ser padres como veis no es algo tan inusual, está a la orden del día. Son muchas las personas que al llegar a los 30 años no se encuentran a sí mismos todavía «asentados» para lanzarse a ello.
Otro de los factores que influyen es el alargamiento del periodo educativo. Esto hace que los jóvenes tarden más en emanciparse. Se ha creado una «norma social» que establece que no se pueden tener hijos hasta que la pareja no esté bien situada económicamente.
En el mundo empresarial, la falta de medidas conciliadoras empeora aún más la situación. Muchas mujeres ven peligrar su trayectoria laboral si se deciden a ser madres.
Llegado el caso, incluso pueden existir beneficios en esperar a la hora de tener hijos. ¿Esto te parece increíble? Pues sigue leyendo y verás cuáles son…
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1- Tienes más experiencia:
Te sientes más madura y conoces mejor el mundo que te rodea. Si llevas ya un tiempo con tu pareja, también os conocéis mejor mutuamente para poder dar el paso de establecer una familia.
2- Gozas de más sabiduría:
Varias investigaciones han probado que frecuentemente las mamás de más edad suelen estar más preparadas e informadas. Eso les lleva, como norma general, a tomar decisiones más adecuadas como madres.
Un estudio publicado por una importante Asociación Dietética Estadounidense indica que también se encuentran en condiciones de tomar mejores decisiones en cuanto a la salud de sus hijos. Por ejemplo, en relación a su alimentación suelen optar por hábitos de vida y dietas más saludables.
3- Disfrutas, por lo general , de una mejor situación financiera:
A partir de cierta edad es más posible que tengas una mayor estabilidad económica. Además, las personas sueles estar más afianzadas a nivel profesional.
Muchas personas esperan a ser padres hasta el momento en el que ven que tienen una posición y un trabajo asegurado. Aunque hoy en día nadie puede estar seguro de mantener un puesto laboral a largo plazo. Pero sí se tiene una experiencia profesional que te hace sentir más tranquilo y relajado a la hora de dar el paso a la paternidad.
Por supuesto, aún teniendo un lado positivo, el ser padres a partir de los 40 no nos exime de encontrarnos con problemas derivados de ello. Entre algunas de las desventajas que podemos encontrar se encuentran las siguientes:
1- Dificultades en la mujer para quedarse embarazada:
El número de óvulos en una mujer desciende con la edad. Utilizar el óvulo de un donante aumenta en buen grado las posibilidades de quedar embarazada cuando ésto no es posible.
2- Aumentan las posibilidades de complicaciones en el embarazo:
A partir de los 40 años, la mujer tiene mayor probabilidad de sufrir hipertensión arterial y diabetes durante el embarazo.
También es más alta la frecuencia de anomalías en la placenta y otros problemas en el parto. El porcentaje de riesgo de dar a luz a un bebé prematuro o de bajo peso se eleva.
3- El esperma de tu pareja también se deteriora con la edad:
Aunque los hombres pueden ser padres incluso con 50 o 60 años, es evidente que la calidad de su esperma se va deteriorando con el tiempo.
También el porcentaje de posibles defectos genéticos es más elevado que en el caso de hombres más jóvenes.
Normalmente a los hombres les cuesta admitir que ellos puedan ser la causa de infertilidad. Esto es debido a que creen que si hay eyaculación, hay capacidad para concebir.
4- Tu situación financiera puede verse afectada:
Y ahora os preguntaréis: «Pero, ¿la situación económica no era una ventaja a esta edad?»
En efecto, pero al igual que os he expuesto el tema financiero como una ventaja, éste puede ser también un gran inconveniente.
Cuando una pareja espera para ser padres, puede encontrarse que en esa temporada de su vida le sea más dificultoso afrontar los gastos ocasionados. Seguramente tengan ya unos pagos fijos instaurados de los que no se pueden desprender. O un ritmo de vida económico en el que les sea más difícil adaptar su nueva situación de padres.
Si a ésto se le añade el tener que recurrir a técnicas de fertilidad, el gasto puede llegar a ser importante.
Son varios los datos que nos arroja el INE en estos últimos años:
– España es, junto a Italia, el país europeo donde más tarde se tienen los hijos. La edad media de maternidad ha alcanzado su máximo histórico, hasta una media de 32 años.
– La tasa de fecundidad está ahora mismo en 1,32 hijos por mujer.
– Son muy pocos los hombres que se acogen a reducciones de jornada. La mayoría de los que lo hacen trabajan en empresas públicas. Prácticamente ninguno es trabajador de empresas privadas.
– En cuanto a la edad elegida por las españolas para ser madres por primera vez, el 59,4 % de ellas dan a luz en la treintena. Un 32 % lo hace en la veintena, un 5.1 % ha cumplido los 40 años y un 3,5 % no llega a los 20 años cuando tiene a su primer hijo.
Aun cuando mujeres y hombres queramos ser padres, en muchas ocasiones el estado actual de nuestra sociedad nos lleva a retrasar el momento.
Sin embargo, es importante pensar que la edad a la larga nos supondrá una traba cuando queramos intentarlo.
El modo en que cada uno de nosotros priorice estas cuestiones, derivará en que la actual situación cambie o no. De momento, parece ser que todavía continuará durante bastantes años el mismo patrón.
Y tú, ¿a qué edad tuviste tu primer hijo?
En mi familia (tengo 74 años) sólo trabajaba (fuera de casa) mi padre y vivimos todos holgadamente y nos dieron estudios de grado medio y universitarios. ¿Por qué ahora han de trabajar los dos (fuera de casa) y apenas les llega para lo que era suficiente con el sueldo de mi padre?. ¿Quién ha ganado con el cambio?. ADEMÁS no tengo en cuenta que la productividad en los trabajos ha aumentado en un 1500% desde mediados del siglo pasado a la actualidad.
ADEMÁS. Cuando una mujer A tiene UN hijo en España a los 40 años, en los países que nos ‘invaden’ demográficamente la mujer B que nació el mismo año ya tiene, supongamos, cuatro hijos y quizás10 nietos. «La tasa de fecundidad está ahora mismo en 1,32 hijos por mujer» = DOS PERSONAS VAN A SER SUSTITUIDAS POR 1’32 PERSONAS. Para el mismo periodo de tiempo (40 años) la tasa de fecundidad de la mujer B (incluida en ella la de sus hijas) es de ¿63 %?.
Preparémonos para la invasión demográfica que parece ser que no nos gusta pero que está ya aquí inexorablemente propiciada por una dinámica demográfica que , a mi entender, sólo favorece a los acumuladores de capital.
Muchas gracias por tu comentario, Miguel. Efectivamente, en la actualidad (y ya hace un buen número de años) es habitual que trabajen fuera de casa el padre y la madre. Esto se debe en gran medida a que la mujer hoy en día quiere disfrutar de una independencia económica, además de que quiere tener una proyección profesional. En lo que respecta a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, es completamente entendible y respetable. Las mujeres también tienen derecho a un desarrollo laboral si así lo desean. Las mujeres nos preparamos y cursamos estudios para tener mayores oportunidades laborales, como todos. No importa el género. Hace bastantes años ya, la mujer (simplemente por ser mujer) no tenía las mismas oportunidades que los hombres. El problema de fondo se encuentra en la falta de regulaciones para que exista realmente una conciliación entre trabajo y familia, tanto para los padres como para las madres. Los horarios en los trabajos muchas veces son abusivos, y el sueldo proporcionalmente es mínimo. Hoy en día, además, tenemos unos gastos que anteriormente no se tenían, con lo cual se necesitan mayores ingresos en la unidad familiar. Los precios de las cosas básicas y necesarias son cada vez más abusivos. El tener pocos hijos y cada vez más tarde no se limita únicamente a España, es algo común en muchos países sobre todo de Europa. En las familias necesitamos que las cosas cambien a nivel laboral y social, si queremos que cambie esta tendencia.