Prolongar la lactancia materna es una cuestión que acaban planteándose casi todas las madres en algún momento cuando dan el pecho a sus hijos. Mantener las tomas de nuestro bebé no siempre es un camino de rosas, así que a veces nos surgen dudas de si merece la pena continuar.
El hecho de decidirse por la lactancia materna o por la lactancia artificial (dar biberón) es una cuestión muy personal. La cuestión de elegir una u otra alternativa es algo que dependerá exclusivamente de la madre. Ambas opciones son igual de respetables, eso no cabe la menor duda.
Pero si como madre te has decidido por dar el pecho a tu hijo, puede llegar algún momento en que te plantees ¿hasta cuándo?
Pues bien, desde aquí voy a intentar exponer algunas cuestiones importantes sobre la lactancia materna prolongada. Espero que puedan resolverte algunas dudas. Luego ya serás tú misma la que sopeses las alternativas y elijas qué es lo mejor para ti y tu bebé. Hagas lo que hagas, decirte que tu decisión estará bien tomada y es igual de respetable.
Prolongar la lactancia materna
Supongo que si has sido madre te habrás informado bastante sobre el tema de la lactancia materna. Se puede decir que ya, cuando te quedas embarazada, empiezas a bucear en todas las formas de aprender cómo vas a afrontar ese nuevo reto.
Al hablar de la lactancia materna a veces nos encontramos datos contradictorios. Por un lado, que es algo muy sacrificado por parte de la madre. Por otro lado, que es lo mejor para nuestro futuro bebé.
¿Qué dice la OMS?
En la sociedad actual hay mucha disparidad de ideas y opiniones. Con lo cual las madres acabamos encontrándonos con miles de dudas y escollos que pueden parecernos insuperables.
Por un lado, parece ser que en nuestro entorno en ocasiones no está bien visto el hecho de dar el pecho. Para una madre reciente puede suponer un gran conflicto el escuchar continuamente frases en las que critiquen o pongan en evidencia el dar lactancia materna.
La influencia social puede llegar a ser tan fuerte que nos lleve a abandonar y optar por otros métodos para alimentar a nuestro hijo. También puede darse el caso de que continúes con la lactancia materna, pero mirando de esconderlo ante las miradas ajenas reprobatorias.
De cualquier modo, mantener la lactancia materna puede llegar a hacerse muy difícil por la presión de la sociedad. Acabas oyendo tantos consejos a tu alrededor que al final acabas pensando que quizá estés haciendo las cosas mal.
Si estás decidida a seguir amamantando a tu hijo, debes hacer caso omiso a quien te diga lo contrario. Cada persona es un mundo y todos deberíamos ser más respetuosos con las decisiones de los padres con respecto a la crianza de sus bebés.
Puedes buscar apoyo en grupos de lactancia, ellos te ayudarán y pueden asesorarte en cada una de las fases por las que estés pasando. Hay madres que prolongan la lactancia materna más allá de los 2 años y es algo completamente normal.
También puedes echar un vistazo a estos consejos de lactancia materna. ¡Seguro que te ayudarán ante determinados problemas y te resolverán muchas dudas!
Problemas durante la lactancia materna
Además del hecho de que determinadas personas puedan menospreciar o ver con extrañeza dar el pecho hasta los 2 años o más, pueden surgir otros factores.
Las llamadas «crisis de lactancia» existen y es necesario estar precavidas de ello. De este modo, si llegaran a surgir, como madre no te angustiarás tanto y podrás sobrellevarlas. Es parte de los episodios de modificación de la demanda.
Crisis de lactancia
Durante estas crisis o brotes, se modifica el comportamiento de tu bebé al mamar. Por diversos motivos puede parecer que se deba a que tu hijo no está satisfecho, esté incómodo o no se alimente lo suficiente.
Son escalones del crecimiento que suelen coincidir de unos niños a otros aproximadamente en una edad similar. Así que es importante conocerlos, te facilito un cuadro aproximado de lo que puede suceder.
Entre los 17-20 días
Alrededor de la tercera semana de vida, puede darse el caso de que observes modificaciones en su comportamiento.
En ocasiones el bebé quiere tomar pecho de forma más continua. Puede darse el cambio en cuanto a la duración de cada toma o en la frecuencia de la demanda.
Incluso puedes observar que tras su alta demanda, después tu hijo regurgite parte de la leche que ha tomado. Como madre (y más si eres primeriza) puedes acabar sorprendida e incluso por qué no, agotada.
¿A qué se debe esta situación? La explicación es más bien simple, en realidad. El bebé necesita en esos momentos aumentar tu producción de leche. Y, como bien sabes, la mejor forma de conseguirlo es aumentar sus tomas. Así, al succionar más a menudo, consigue una reserva óptima.
Tus pechos producen leche en función de la demanda de tu bebé. De este modo, se activa el suministro de leche materna. Y va adaptándose a las necesidades de tu hijo a medida que éste va creciendo.
El que la frecuencia de las tomas aumente no se debe a que tu bebé no esté recibiendo el alimento suficiente. Estamos condicionadas a pensar que las tomas deben ser regulares en el tiempo y esto en muchas ocasiones no es así. Es un momento clave a la hora de decidirte a prolongar la lactancia materna.
El observar las necesidades del bebé puede ayudarte a mantener la producción de leche materna. Y también a que ésta se encuentre en las condiciones óptimas de nutrientes que en cada momento necesita. No olvidemos que la composición de la leche materna va variando a lo largo del tiempo. Madura y se adapta durante su desarrollo.
Para asegurarte de que todo va bien, tienes los datos de las continuas revisiones. A través de ellas sabrás si todo va bien y si el niño va ganado peso de forma adecuada. Además, observando al bebé y en los cambios de pañal comprobarás que tu hijo está comiendo de forma adecuada.
Son unos días bastante intensos en los que tú como madre necesitarás todo el apoyo y ayuda de tu pareja y familiares. ¡O por lo menos así debería ser!
Sobre las 6-7 semanas
De nuevo puede producirse una crisis de lactancia. El bebé vuelve a necesitar una dosis elevada de leche y nutrientes. Así que se incrementa la demanda y el número de tomas.
Puede surgir al mismo tiempo un comportamiento inusual mientras está mamando. El bebé se muestra inquieto, incluso llora nervioso. Da tirones o se muestra intranquilo, aún con el pezón en la boca.
Esto puede ser debido a un cambio en la composición de la leche materna. En ocasiones nuestro hijo percibe un sabor distinto y puede sentirse molesto por ello.
Al cabo de pocos días o semanas verás que se normaliza la situación. Pasado este tiempo, el patrón de lactancia materna vuelve a estabilizarse a como de costumbre.
A los 3 o 4 meses
Es un momento bastante delicado, pues la duración de esta crisis puede ser más larga que las anteriores. Cada bebé es distinto y no se puede generalizar. Pero normalmente en esta etapa, la madre observa que su hijo no pide mamar tan a menudo. O incluso, llegado el caso, rehusa de tomar leche.
Esto se suma a que la mamá nota que sus pechos están más blandos. Como si la producción de leche se hubiera detenido. Al mismo tiempo, es posible que observes que la ganancia de peso ha disminuido o se ha ralentizado.
Prolongar la lactancia materna parece complicado en este momento. Pero no por ello debes pensar que tu hijo no está suficientemente alimentado. No está pasando hambre, ni mucho menos. El bebé más bien ha perfeccionado de tal forma la capacidad de succionar que le bastan algunos minutos para obtener todo su alimento.
Esta edad es también un momento de grandes cambios en su percepción del mundo. Tu niño ha madurado lo suficiente como para que se le abra todo un abanico de posibilidades a su alrededor.
Así que verás que se distrae fácilmente, incluso cuando le estás dando el pecho. Observa cualquier movimiento, escucha los sonidos que le rodean… Posiblemente notarás que está más tranquilo y relajado durante las tomas nocturnas.
El que notes en esta temporada como si no te subiera la leche, es precisamente por este motivo. Las glándulas mamarias han aprendido a optimizar su fabricación de leche y sólo producen la cantidad necesaria.
Este es un momento complicado si no estás informada de ello. Puedes sentir que el aparente rechazo a la lactancia materna y la supuesta ausencia de leche indican que es el momento de dejarlo.
Sin embargo, pasado este bache verás que todo vuelve a su cauce. Las tomas se normalizan de nuevo y el bebé se acaba adaptando a la normalidad.
Entre 6 meses y el año
A la posible aparición de alguna crisis de lactancia se suma el fin de la baja laboral. El tener que reincorporarte a tu trabajo en muchas ocasiones dificulta la continuidad de la lactancia materna.
Hay determinadas técnicas para prolongar la lactancia materna. Una de ellas es la extracción de leche materna. De esta manera, podrás asegurar la ingesta de alimentos durante el horario de tu jornada laboral.
Existen en el mercado productos específicos que pueden ayudarte a ello. Algunos de ellos son los extractores de leche o el utilizar un biberón adaptado a la lactancia materna. También puedes encontrar otros recipientes adecuados para alimentar al lactante.
Alrededor del año
Llegado este punto, si has logrado mantener la lactancia materna hasta entonces es un auténtico logro. El que se haya introducido ya la alimentación complementaria lleva a muchas personas a pensar que dar el pecho ya no es necesario.
La influencia de la gente que te rodea (incluyendo a algunos pediatras) aconsejando que tu bebé ya no la necesita, puede llevarte a dudar de nuevo. Y llegar a creer que prolongar la lactancia materna ya no es posible.
Sin embargo, es corriente que en esta edad el bebé coma sólo pequeñas cantidades de otros alimentos. De ningún modo el tomar pecho va a interferir en el resto de comidas. Y no por dejarlo vas a conseguir que coma mayor cantidad de otros alimentos.
Esto se debe a que tu hijo tiene brotes de crecimiento escalonados. No pienses que por abandonar la lactancia materna el niño va a tomar más comida complementaria.
Darle el pecho es en este momento una forma estupenda de asegurarle todos los nutrientes que él necesita. Y en las etapas de elevado crecimiento, le asegurarás una ingesta de todo lo que él requiere.
Esta situación puede prolongarse hasta los dos años o más. Intercalando de forma natural la toma de alimentos con la lactancia materna.
A los dos años incluso puedes notar un incremento en la demanda de leche. Como si hubiera vuelto a las costumbres de cuando era más bebé. Los especialistas indican que al ser tu hijo más maduro emocionalmente, requiere de nuevo la seguridad de sentir el contacto con su madre.
El intento de reafirmar su personalidad y su independencia contrasta con la necesidad de protección que muestra. Aparte del aporte de nutrientes, tu hijo necesita la tranquilidad que le da su madre.
Numerosos beneficios
Como ya has podido ver, la leche materna es una alimento esencial durante los primeros meses de vida. Y contribuye más adelante a asegurar un aporte de calorías y nutrientes adecuado. Incluso cuando ya está instaurada la alimentación complementaria.
La composición de la leche materna se adapta continuamente a las necesidades de tu hijo. Va evolucionando en composición y en cantidad al mismo tiempo que tu niño crece.
El cuerpo es muy sabio y nadie mejor que una madre para poder saciar las necesidades de su hijo. Si estás decidida a prolongar la lactancia materna, no lo dudes. ¡Estás preparada para ello!
La leche materna es un alimento de lo más completo desde el punto de vista nutricional. Y aparte, hay numerosos beneficios para los niños en muchos otros aspectos. Un mejor desarrollo cognitivo, estupendos beneficios psicológicos…
Por no hablar de la capacidad de reforzar su sistema inmunológico. O la capacidad de restaurar el cuerpo de la mujer tras el parto. Son indiscutibles los beneficios que puede aportarte a ti y a tu bebé.
Así que si has tomado la decisión de amamantar a tu hijo o de prolongar la lactancia materna, no cejes en tu empeño. ¡Por experiencia puedo decirte que es posible hacerlo!
Y tú… ¿cómo vives tu experiencia con la lactancia materna?
Mi idea es prologarla hasta los tres años, ahora tiene 16 meses, pero es verdad que a veces se hace cuesta arriba, sobre todo cuando llegan las crisis. Muy buen post, muy completo. Besos.
Gracias! Realmente piensas a veces que no sabes si continuar o no, dudas de si lo estás haciendo bien, te puede el cansancio.. Pero al mismo tiempo es tan reconfortante ver que sí es posible y tan beneficioso! Si quieres, puedes 💪 Un besazo y mucho ánimo! ❤️
Estupendo post Pilar, muy completo! Teniendo la información y el apoyo necesario, es decisión de cada madre. Yo también he apostado por la lactancia materna, con mi hijo mayor estuvimos más de 3 añios y medio. Con el peque veremos a donde llegamos, no nos marcamos objetivos. Es cierto que las crisis son momentos delicados, pero todo pasa y todo al final, con un poco de suerte, acaba rodando!
Un besote
Exacto, claro que se puede 😉 si como madre has tomado esa decisión y quieres continuar con la lactancia, puedes superar cualquier bache. Y como bien dices, muy importante estar bien informada y que los demás te apoyen! Gracias, bonita, un abrazo!! 😘
Yo no pude plantearme si alargarlo o no. Con mi hija tuve q estar varios días sin darle por un virus q pillé y por la medicación me dijo no podía darle pecho. Cuando intenté darle la niña no quería, después d unos cuantos intentos deje de insistir. 11 meses le di pecho. Con mi hijo fueron 5 meses, de pronto llegaba la hora d la toma y mis pechos no tenían apenas leche, cada vez menos hasts llegar a no tener. El niño tampoco es q insistiera en mamar. Quería mas comida. Así que dejé de insistir, con pena la verdad pq me pareció poco.
Lo de la medicación es un tema que, claro, si el médico lo ve incompatible y aconseja no dar el pecho… Bien tienes que seguir las recomendaciones médicas. Sobre lo otro, no sé, quizá te encontraras en plena crisis de lactancia en la que los pechos se ablandan y parecen no tener suficiente leche. En ocasiones puede servir de ayuda algún grupo de lactancia para sobrellevar esos momentos y orientarte. Y dar el pecho a demanda, lo cual hace que las glándulas mamarias se activen de forma constante. Pero bueno, lo importante es que te sintieras bien tú, seguro lo hiciste fenomenal. Un fuerte abrazo, guapa y gracias por leerme! 😘
Siempre les he dado a demanda. Usé máquina para masajear y sacar leche. Siempre tenía leche de más q tenía q guardar… Mi hijo era grande comía más. No usaba ni chupa osea que no necesitaba la teta ni siquiera para dormirse 😁
Maravilloso post, ojalá lo puedan leer aquellos que presionan para abandonar la lactancia.
En mi caso estamos en.momento complicado, 5 meses y crisis total. Es la tercera peque y en ocasiones no es fácil… Pero lo superaremos seguro.
Gracias por tu difusión!!
Sí, bonita, da una rabia… Más respeto hace falta y más información real. Que cada una es libre de tomar sus decisiones y hace falta mucho apoyo en esos momentos. Es una etapa complicada a veces y llena de dudas. Y en ocasiones la presión lleva al abandono. Mucha fuerza y adelante, lo conseguiréis! 💪 Un abrazo y suerte ❤️
Fenomenal Pilar, muy bien explicado todo. Da rabia ver como no se continuan las lactancias por falta de información o malos consejos. Nosotras hemos superado los 3 años y seguimos hasta que ella quiera dejarlo.
Sí, esas cosas suceden y bastante a menudo… Me parece estupendo que hayáis llegado tan lejos con la lactancia y digo hayáis porque el mérito sin duda es de ambos. Un besazo, guapa! 😘
En nuestro caso, ambas hemos estado hasta los 3, alucinante!!!
Eso es genial, si era lo que vosotras queríais enhorabuena!! Porque tiene mucho mérito, a pesar de las posibles complicaciones seguisteis adelante, bravo! 👏
¡Qué post de lo más completito!
No cabe duda de que nuestros peques requieren de todo tipo de cuidados durante sus primeros años de vida. Son muchas las consideraciones a tener en cuenta, hecho que influye desde actividades como la lactancia hasta el mobiliario o los accesorios de paseo o de la ducha.
¡Un saludo!
Toda la razón, los cuidados en los primeros años de vida son especiales. Y no debemos descuidarlos en cada una de las épocas del crecimiento de nuestros hijos. Un saludo!