Las mentiras infantiles, ¿qué hacer frente a ellas? Las mentiras pueden ser ganas de llamar la atención, aunque en ocasiones delatan un exceso de exigencia por parte de los padres. En este post os explico a qué edad comienzan a mentir los pequeños, por qué lo hacen y alguna actividad para frenar sus mentiras.
«Mi hijo dice mentiras», debes saber que puedes intentar solucionarlo. Los niños en ocasiones mienten por diversos motivos, pero los embustes infantiles se pueden frenar.
Las mentiras infantiles ¿a qué edad empiezan?
Los especialistas marcan la edad de los siete años como el inicio de la etapa de las mentiras infantiles. Aproximadamente, durante el paso de la etapa Infantil a la Primaria. Estos embustes, afirman, tienen una intencionalidad clara y definida, orientada a distorsionar y falsear la realidad para obtener un beneficio.
En los periodos anteriores, las mentiras infantiles forman más bien parte de la imaginación del pequeño, un reflejo de su incapacidad de distinguir entre realidad y fantasía. Sin embargo, algunos expertos en la materia discrepan y creen que entre los tres y los seis años los pequeños ya mienten «porque manifiestan lo contrario de lo que han hecho, y parecen hacerlo con intención».
¿Pero… por qué mienten los niños?
Las mentiras infantiles comienzan a aparecer en un momento de profundos cambios cognitivos y sociales. Los niños se enfrentan a nuevas formas de pensar, sus intereses cambian y se amplían considerablemente sus círculos sociales.
Así, se relacionan con personas que presentan nuevos roles (profesores, entrenadores, compañeros en sus actividades extraescolares…) y viven un entorno más amplio. A su vez, disponen de más recursos y madurez para entender el mundo que les rodea.
Las investigaciones realizadas en torno a este asunto revelan que, cuando se trata de no decir la verdad, las motivaciones infantiles no difieren mucho de las de los adultos.
Las razones más señaladas por los especialistas son las siguientes:
- Frustración: Un ejemplo de esto es el menor que cuenta que tiene muchos juguetes porque en realidad tiene muy pocos.
- Llamar la atención: inventar una dolencia, falsear sobre un posible problema. El pequeño emplea estos embustes para captar la atención del adulto, en ocasiones, porque se siente desatendido.
- Exceso de exigencia: Poner el listón muy alto a los niños puede provocar que mientan para hacer creer a sus padres que están al nivel que les exigen y no defraudarles.
- Imitación: Un menor que ve cómo la mentira es utilizada por los adultos para obtener algún beneficio, tiende a imitar estos engaños.
- Miedo al castigo: El temor a la reprobación o reprimenda por parte de un adulto es uno de los principales motivos de la mentira infantil. Los pequeños falsean la realidad para evitar los posibles castigos.
- Aceptación y reconocimiento: por un lado por parte de los padres, los profesores o los compañeros. Y por otro lado, por las ganas de disfrutar de la atención de los mismos colectivos.
¿Qué puedo hacer para que no diga mentiras?
Uno de los factores de prevención en estas edades es la actitud que muestren los padres con respecto a la mentira.
Según el estudio «La Mentira Infantil: Diagnóstico e Intervención Psicopedagógica» de la catedrática Dolores Madrid (Facultad de Ciencias de la Educación), la clave está en «desarrollar una relación fundada de manera sólida en la confianza». Para ello, apunta, es necesario «demostrarle con regularidad que confiamos en el pequeño».
Otros estudios en la misma línea señalan que el pilar fundamental para evitar la mentira en los niños es la sinceridad. El menor necesita un ambiente en el que se sienta libre, tranquilo y relajado. El entorno familiar debe basarse en una verdadera comunicación. Esto implica la ausencia total de represión y de miedo.
Claves para evitar que el niño diga mentiras
- El niño necesita conocer que mentir es negativo. Cuando el pequeño miente, no hay que señalarle sólo la conducta inadecuada que supone el embuste. También hay que incidir en el efecto que su embuste tiene sobre los demás y las consecuencias que ha podido provocar.
- Los castigos muchas veces son contraproducentes. Si son demasiado severos, la tentación de no decir la verdad para evitarlos será mayor.
- Reforzar la autoconfianza del niño para evitar que mienta por buscar la aprobación de sus compañeros o de otros adultos.
- Darle la oportunidad de ser sincero. Los padres deben reforzar la valentía que muestra al decir la verdad.
- Evitar mentirle o pronunciar falsas promesas que se sabe que no se pueden cumplir. No hay que dar un ejemplo erróneo sobre la mentira.
- No reírse ni admirar nunca las mentiras del niño, aunque parezcan graciosas. Los pequeños no deben apreciar ningún tipo de aprobación o reconocimiento ante un embuste.
- Los padres a veces mienten ante preguntas difíciles de su hijo, que no saben responder. La pauta es evitar la falsedad y responder mejor con «no lo sé» o «déjame que lo piense».
Como véis, una de las prioridades para evitar la mentira en los niños es dar ejemplo. Es muy recomendable que nosotros no mintamos a nuestros hijos. Ni siquiera las llamadas «mentiras blancas» o «mentiras piadosas», que creemos que no tienen importancia y son mejor que decir la verdad. Es necesario ser sincero aunque al niño no vaya a gustarle lo que escuchará.
Por esto, la forma más efectiva y positiva de acabar con las mentiras es mostrar a nuestro hijo que, pese a todo, lo queremos tal como es y valoramos por encima de todo que pertenezca a nuestra familia. Aunque a veces se equivoque, haga cosas mal o se enfade.
Actividades para evitar las mentiras infantiles
Estas sencillas actividades buscan destacar las cualidades de los niños. Se basan en reforzar la imagen que tienen de sí mismos y conseguir la reflexión sobre las propias emociones. Pueden utilizarse a partir de los 6 años e irse adaptando a las diferentes edades. ¡Comencemos!
¿Cómo te sientes cuando…?
Escribiremos en varios papeles o cartulinas las palabras: «alegre», «asustado», «triste», «avergonzado» y «querido».
Ahora, formulamos al niño la siguiente pregunta: ¿Cómo te sientes cuando dices una mentira? El niño tiene que escoger de entre los papeles, la emoción con la que se sienta más identificado.
Para relajar el ambiente, puedes contarle alguna anécdota tuya, o alguna ocasión en la que mentiste. Explícale cómo te sentiste, de este modo trabajarás la empatía.
Dibujar el sentimiento
En un folio en blanco, el niño tiene que hacer un dibujo. Explícale que tiene que dibujar cómo se sintió al mentir en esa ocasión. Dile que piense bien qué colores utilizará y qué forma tendrá su sentimiento.
También puede servir de ayuda decir al niño que escriba en mayúsculas una palabra que explique lo que sintió en ese momento. Si te resulta más sencillo, puedes pedirle: «Si tu mentira fuese un animal, ¿cuál sería? Dibújalo».
Estas actividades dan paso a la reflexión y al diálogo. Las preguntas siguientes te ayudarán en la comunicación con el niño, durante esta actividad:
- ¿Cómo nos sentimos cuando mentimos?
- ¿Cuándo decimos mentiras?
- ¿Nuestras emociones son positivas a negativas?
- ¿Por qué mentimos?
- ¿Qué consecuencias tienen estas mentiras en nosotros mismos y en los demás?
Alternativas a la mentira
Una última actividad muy útil es preguntarle qué piensa que puede hacer en lugar de mentir. Así, hablando con él, pueden surgir recursos para enfrentarse a esos momentos en que se ven tentados a decir una mentira. Incluso podéis confeccionar una lista con todas las ideas recogidas.
Y vosotros ¿cómo afrontáis el tema de las mentiras infantiles?
El mayor no fue de muchas mentiras de pequeño, pero el segundo desde que nació el peque no para y es que el pobre yo creo que a veces se siente desplazado cuando no puedo estar con él como antes. Pondré en práctica las actividades que mencionas. Muy buen post, besos.
Quizá sea por celos? 🤔 Bueno, supongo que será una etapa y que pronto le pasará. Espero que así sea! Me alegro que te haya gustado el post y ojalá las actividades te ayuden a solventarlo. Un beso, guapa! 😘