La salud dental de los niños es un tema al que a veces no le prestamos la suficiente atención. Sin embargo, la higiene correcta y las revisiones periódicas de los dientes son una parte fundamental a la hora de prevenir y poner solución cuanto antes a determinados problemas.
Es necesario que, desde bien pequeños, los niños adquieran hábitos saludables de higiene bucodental. Esto evitará posibles complicaciones o enfermedades, como la caries. También la disposición incorrecta de las piezas dentales, que puede necesitar una corrección. Para ello, deben estar informados y entender la importancia de cuidar sus dientes.
Como padres tenemos que insistir mucho en que adopten unas rutinas en el cepillado de dientes, y que moderen la ingesta de alimentos con dosis elevadas de azúcar, entre otros.
En esta labor nos puede ayudar sin duda alguna el asesoramiento de algún dentista infantil. Ellos, en las revisiones correspondientes, nos darán consejos y nos informarán sobre la mejor manera de mantener una boca saludable.
La salud dental de los niños
La infancia y adolescencia son unas etapas clave en las que hay que prestar todavía más atención a esta parte del cuerpo. La boca y los dientes son el medio principal para prevenir otros trastornos asociados, infecciones o un crecimiento anómalo de las piezas dentales.
Además, durante esta etapa en la que nuestros hijos son pequeños, estamos estableciendo los cimientos para que sus dientes en el futuro estén sanos y fuertes. De la adecuada atención desde los primeros años dependerá su calidad a lo largo de la vida de adultos.
Cuando los peques adquieren unos hábitos y rutinas desde chiquitines, es más fácil que éstos se prolonguen a lo largo del tiempo.
¡Así que hay que ponerse en marcha cuanto antes y cuidar sus dientes!
¿Cuándo ir a las primeras revisiones dentales?
Los primeros dientes empiezan a brotar más o menos entre los 6 y los 12 meses de edad. Está claro que cada niño tiene un ritmo de crecimiento distinto, así que puede ser que a tu hijo comiencen a salirle sus dientes de leche en un momento algo diferente a otros niños.
Pero lo que sí debe ser general a todos los peques, desde bebés, es comenzar con un cuidado bucal desde la salida de estos primeros dientes e incluso antes. De todos es sabido que, aunque las piezas todavía no hayan asomado en su boca, no hay que dejar de lado por ello su cuidado.
Los profesionales aconsejan limpiar las encías desde el nacimiento. Esto puede hacerse utilizando una gasa húmeda tras la ingesta de alimentos o tras las tomas. Este gesto impedirá que proliferen las bacterias que causan un daño incluso cuando los dientes de leche todavía no han surgido.
Higiene y cuidados
Por supuesto, hay que evitar administrarles alimentos y productos azucarados. Durante estos primeros meses, el pediatra irá evaluando también la evolución en su crecimiento.
A partir del año o a lo sumo cuando el peque tenga unos 2 o 3 años, ya es aconsejable que se le lleve a su primera revisión en el dentista. Además de cerciorarse de que todo está bien, podrá detectar problemas de forma anticipada.
En ocasiones los padres pensamos que ir al dentista en edades tan tempranas no es necesario. Total… si sólo son dientes de leche, ¿no? Luego se les caerán y les saldrán los definitivos, que son a los que sí hay que prestarles atención… Pues nada más equivocado, los dientes de leche también pueden sufrir por ejemplo de caries.
La caries, después de todo, no es más que una infección. Un cúmulo de bacterias que estropean el diente y lo destruyen. Sí, literalmente se lo van «comiendo» poco a poco. Y esta infección por supuesto hay que prevenirla y evitarla, pues puede llevar a problemas mayores. ¡También puede afectar al posterior diente definitivo!
Por ello, además de una continua higiene en casa, es necesario acudir a visitas regulares al dentista y al odontopediatra. Ellos saben perfectamente las soluciones que tienen que tomar para cada uno de los casos.
¿Como limpiar los dientes?
Ya te he comentado que desde bebés hay que mantener una limpieza y aseo en la boca y encías. Con la aparición de los primeros dientes lo ideal es comenzar un lavado de cada pieza de forma circular.
Progresivamente, iremos realizando un cepillado eficaz que complete todas las áreas de la boca. Cada diente debe ser lavado a lo largo de todas sus caras, prestando especial atención a todos los rincones. Unos hábitos tempranos facilitarán la salud dental de los niños.
Bebés y niños pequeños:
En estas edades los padres debemos de ser los encargados de la limpieza y el cepillado dental. Lo mejor es utilizar una pasta de dientes infantil, que está adaptada al esmalte de los niños y contiene las cantidades adecuadas de flúor.
Es necesario que revisemos el cepillado de nuestros hijos hasta los 8 años aproximadamente. «Es que mi peque ya se los sabe lavar solito»… Bien, perfecto, pero aún así tenemos que supervisar que se los ha lavado correctamente. Con esto no quiero decir que no les incentives a que lo hagan ellos de forma autónoma, al contrario.
Como son todavía pequeños, es posible que al lavarse los dientes no tengan el control necesario para hacerlo de manera completa y adecuada. O también, como me ha pasado a mí con el peque, que tiendan a ponerse más cantidad de pasta de dientes de la recomendada. A mi hijo le he tenido que parar los pies en más de una ocasión, jaja 😀 porque ponía tal cantidad de pasta ¡que hasta se desbordaba por los lados del cepillo!
La cantidad adecuada es del tamaño aproximadamente de un guisante hasta los 3 años. Esta medida va siendo progresivamente mayor a partir de los 6 años, pero en ningún caso debe cubrir la totalidad del cepillo. (No es cierto que cuanta más espuma salga, mejor se limpiarán los dientes).
Lavarse los dientes: Un momento divertido
Lo mejor es acostumbrarles a este hábito como si de un juego se tratara. ¡Haz de ese momento una rutina divertida! Lo ideal es comenzar dando ejemplo, pues los niños aprenden mejor de lo que ven en sus padres. ¿No te parece buena idea realizar el lavado de dientes en familia? Así no lo verán como una obligación para ellos, sino como algo natural y cotidiano.

También son interesantes juegos, canciones y actividades lúdicas que afiancen esta costumbre. Conseguirás que sea un momento agradable y entretenido, que pronto asociarán como una parte más del día a día.
Así que ya sabes, también en la salud dental de los niños: acompañar, educar y enseñar. Son los pasos adecuados para que adquieran el hábito poco a poco y así consigan hacerlo más adelante de forma autónoma ellos solos.
Niños más mayores
A partir de los 8 años aproximadamente, que ya tienen una buena capacidad para hacer las cosas por sí mismos, puedes dejar que sean más independientes en este aspecto. Aún así, no olvides seguir supervisando esta higiene dental, comprobar que lo hacen de la forma correcta y durante el tiempo estipulado.
No dejes de recordarles que han de lavarse los dientes después de cada comida. ¡También cuando no estén en su casa! Así, en el caso de que coman en la escuela, desde el principio deben llevar un kit de cepillado y acostumbrarse a limpiarlos después de las comidas.
El tamaño del cepillo también ha de ir en concordancia con la edad del niño. Es mejor utilizar cepillos de cabezales pequeños para que sea más fácil acceder y limpiar todas las zonas. En cuanto a la frecuencia, lo ideal es el cepillado tras cada comida. Al menos tres veces al día durante dos minutos, una de ellas antes de irse a dormir.
Por supuesto, como ya he indicado antes, evitar los alimentos con excesiva azúcar. Esta es la causa principal de la proliferación de la caries, porque las bacterias se alimentan de ella. Y al hacerlo, producen un ácido que destruye el esmalte de los dientes. Así que ya sabes… ¡reduce todo lo posible el consumo de azúcares en la dieta de los más pequeños!
En resumen…
Ya ves que mantener una higiene dental desde el principio es algo primordial para nuestros pequeños. Toma nota de la forma más adecuada de cepillar los dientes a lo largo la etapa en que se encuentran. Para cada edad, tus hijos necesitarán unos productos especialmente diseñados para ellos.
Establece el cepillado como una rutina constante, pero hazlo de forma amena y divertida. Como ya he comentado, supervisa al peque durante la limpieza para asegurar una higiene perfecta. La salud dental de los niños es un aspecto prioritario en su desarrollo y crecimiento.
Y por último, llévalo a las revisiones dentales de forma periódica. Tras la primera revisión, es conveniente acudir a la consulta al menos una vez al año. Esto conseguirá prevenir cualquier complicación e incluso la necesidad de recurrir a la ortodoncia cuando los dientes no están bien alineados.
¿Prestas atención a la salud dental de los niños? Cuéntame en los comentarios tus rutinas para conseguir que se cepillen los dientes a diario 😉
¡Este tema es muy importante! Que me lo digan a mi que llevo con problemas toda la vida,en hoy en día es cuando me estoy pudiendo permitir el lujo de ponerle solución y por no poder haber podido antes ahora me tengo que someter a operación así que por favor cuidar la boca de vuestros peques porque cada día que pasa es una marcha atrás …
¡Buen post!
Toda la razón, cuando somos niños se asienta la base de los cuidados de los dientes, que conformarán su salud en el futuro. Conforme pasa el tiempo, los problemas y complicaciones sólo se agravan… Y entonces las soluciones a veces ya no son tan sencillas. Mucho ánimo y suerte con la operación, deseo que todo te vaya bien. Un fuerte abrazo desde aquí, bonita!! 😘