La escalada con niños es posible. La escalada es un deporte que puede regalar muchas satisfacciones personales y experiencias increíbles. Así que ¿por qué no compartirlas con los pequeños de la casa?
Salir a la roca en familia es una buena ocasión para pasar más tiempo juntos, disfrutar del aire libre y educar a los niños a apreciar la naturaleza y el deporte. Poco a poco, cada vez es más común ver a muchos niños en las zonas de escalada.
La seguridad de los hijos suele ser uno de los principales obstáculos que impiden que los padres se atrevan a sacarles de casa para ir a descubrir la maravillosa experiencia de escalar en roca.
Por ello es importante que los adultos que practiquen con ellos la escalada estén suficientemente formados para ello. Si vamos a escalar en familia, debemos conocer perfectamente las técnicas y el material necesario.

Si no tienes conocimientos de escalada, es interesante que previamente realices algún curso. También hay escuelas de escalada para niños. Un buen sitio para aprender y entrenar son los rocódromos.
Si queremos acercar a los niños a este deporte, el primer punto a tener en cuenta es, evidentemente, la seguridad. En primer lugar, deberás ser muy cauto a la hora de escoger el entorno a visitar. El sitio ideal vendrá determinado por factores como:
- El tiempo de aproximación al sector: los niños pequeños se cansan antes que los adultos. Deberás pensar en sectores de corta aproximación. O prever gastar un poco de energía para llevarles en el portabebés o mochila.
- El espacio disponible a pie de vía: los niños no pasaran todo el tiempo escalando. Necesitan su espacio para jugar y explorar.
- La calidad de la roca: La seguridad ofrecida por la naturaleza también será un elemento importante. Debes ir a sectores de roca sólida, con probabilidades bajas de caída de rocas o descomposición de la pared.
- Dificultad de las vías: Naturalmente, será importante que existan vías de niveles de iniciación para que los niños puedan aprender de forma progresiva.
- Os recomiendo escoger sectores de escalada en los que se mantenga siempre el contacto visual entre asegurador y escalador durante todo el recorrido.
- También es importante ir a sectores cómodos. Sobretodo, a aquellos que conozcas realmente bien, para evitar sorpresas.

Los beneficios de la escalada en su crecimiento son muchos. Algunos de ellos son la mejora de la coordinación psicomotriz, el equilibrio y la capacidad de concentración.
Además de dichas habilidades físicas y psicológicas, la escalada también influye de forma positiva en la personalidad de los pequeños, potenciando sentimientos como el compañerismo y la confianza mutua con otras personas.
Dado que la escalada también influye en el carácter de los niños practicantes de este deporte, será muy positivo que intentes coincidir con otras familias a pie de pared durante tus días de escalada. Así los niños podrán relacionarse entre ellos y compartir momentos de juego que aún les harán apreciar mejor la grandeza de esta actividad.
Aparte del material propio y adecuado para escalar: cuerda, cintas, mosquetones… (que es común para todos en la práctica de la escalada) hay que utilizar material más específico para niños.
Como es lógico, los niños necesitarán su propio equipo de escalada para poder empezar con la práctica de este deporte.
- CASCO DE ESCALADA
El casco es uno de los elementos más importantes y los niños deberán llevarlo puesto en todo momento durante su día en la roca. El casco es imprescindible mientras el niño practica la escalada, para evitar golpes graves en las posibles caídas. Pero también lo es para prevenir los daños producidos por posibles caídas de piedras desde las alturas.
- ARNÉS DE ESCALADA
En la elección del arnés, hay que tener en cuenta que los niños tienen gran parte de su peso concentrado en la cabeza. Esta característica es parecida a si un adulto como tú escalara con una mochila muy cargada atada en la cabeza. En el momento en el que se produce una caída, la descompensación de peso hace volcar el cuerpo.
Así, los arneses “junior” son generalmente completos. Es decir, están diseñados y estructurados de manera que no sólo sujetan al pequeño por la cintura y las piernas, sino que también lo hacen por los hombros.
Además, contienen un punto de anclaje más alto que reduce el efecto de volteo de su cuerpo. Para niños más expertos, también existen arneses clásicos, pero adaptados a su tamaño corporal.
- PIES DE GATO
El calzado de escalada (pies de gato) también tiene que ser específico para los peques. Encontrarás varias características que te ayudarán en tu elección:
*Correas ajustables en el talón: es muy útil que los pies de gato posean una correa de velcro ajustable sobre el talón. Esto empujará al pie a la parte delantera del pie de gato, la parte más importante al subir.
La idea es que puedas comprar los pies de gato de modo que les quepan a los niños con estas correas tan apretadas como sea posible. Y después aflojarlas poca a poco a medida que el pie les va creciendo.
*Grandes cierres de velcro: Las zapatillas de escalada para niños por lo general vienen con unas grandes pestañas de velcro como cierre principal. Esto permite que los niños se lo pongan y quiten con mucha facilidad, y además hay mucho espacio para el ajuste.
*Construcción: Los pies de gato para niños están sometidos a mucho desgaste, porque como todos sabemos los niños son niños. Así que más importante que cualquier cosa, es que éstos hayan sido construidos para ser lo suficientemente resistentes.
*Goma de la suela: Los pies de gato infantiles presentan un caucho más duro que las típicas zapatillas de escalada. Se debe a que en la mayoría de los casos los niños no necesitan un caucho tan adherente, ya que tienden a escalar con grandes agarres.
La compra de los pies de gato tiene que basarse en la relación calidad-precio. Los niños crecen muy rápido, así que seguramente sobrepasen sus pies de gato antes de que estos se desgasten.
Por este motivo, es algo que hay que sopesar. Trataremos de conseguir un buen ajuste pero sin olvidar que el peque se sienta a gusto con ellos. Esto incluye desde la comodidad hasta elegir un color que al niño le apetezca más.
Por último comentaros que en este deporte no podemos olvidar su factor lúdico.

Los niños deben hacer su aproximación al mundo de la escalada disfrutando. Es un momento en el que deben pasárselo bien. De ningún modo podemos obligarles a realizar una actividad si ellos no quieren.
Desde pequeños, tenemos como una cualidad innata para trepar. Por eso, veréis que los niños aprovechan cualquier ocasión para subir por todos lados. ¡Se les da incluso mejor que a los adultos!
Como padres, podemos aprovechar ese interés y habilidad para iniciarles en este apasionante deporte. Pero planteándolo siempre como parte de un juego. Un medio en el que se une naturaleza, actividad, aventuras y diversión.
Podrás encontrar más información en el libro Escalada deportiva con niños y adolescentes, de Editorial Desnivel.
¿Vuestros peques han probado ya el mundo de la escalada?