Os voy a explicar de forma sencilla cómo hacer plastilina casera. Es una manualidad muy fácil y rápida que a los niños les encanta.
Mi hijo todo lo que sea «poner las manos en la masa» le fascina, supongo que casi todos los niños son así. Ellos que puedan tocar, amasar, manipular… y si se pringan un poco las manos, mejor.
Es una manualidad estupenda que pueden incluso realizar ellos solos una vez la hayan aprendido o simplemente dirigidos y ayudados por un adulto.
Yo, como soy a veces peor que los críos, soy la primera que me remango y me pringo todo lo que haga falta 🙂
Aquí os explico todo lo que necesitáis y el paso a paso de cómo hacer plastilina casera. ¡Veréis qué fácil y divertido!
Necesitamos…
- Suavizante para el pelo: sirve cualquiera que tengáis por casa.
- Harina de maíz Maizena.
- Colorantes alimentarios: si queréis darle color a la plastilina.
¿Cómo se hace? Pasos a seguir:
- En un bol echamos una medida de suavizante por cada dos medidas de maicena. Como medida nosotros usamos un vaso de plástico.
- Lo siguiente es mezclar bien los dos ingredientes. Para ello lo mejor es utilizar las manos y amasar bien hasta que la mezcla quede consistente.

- Si es necesario, rectificaremos poniendo más maicena o más suavizante. La masa debe quedar moldeable.
- Por último, dividiremos toda la masa en porciones más o menos iguales. Este paso es para añadirles a cada una un colorante distinto. Así tendremos varios colores para que los niños jueguen con ellos.

- ¡Y listo! Ya tenemos varias bolas de plastilina casera, cada una de un color. Diversión asegurada.
Podemos guardar la plastilina casera que hemos creado en botes herméticos, así los niños pueden volver a jugar con ella al día siguiente.
Además de lo divertido que es fabricarla nosotros mismos, los peques pueden jugar con ella y crear un montón de figuras, animales, flores, letras… Todo lo que alcance su imaginación.

Y muy importante también: ¡huele de perlas! Mmm…
¡A que os ha parecido muy fácil! ¿Ya habéis probado a fabricarla en casa?